El sector dental, como parte de los servicios sanitarios privados, presenta un reto común para muchos profesionales: ¿cómo hacer crecer una clínica sin renunciar al trato personalizado que caracteriza la atención odontológica de calidad? En un mercado cada vez más competitivo, donde proliferan los grupos y franquicias, el caso de Cleardent ofrece una respuesta inspiradora y, sobre todo, replicable.
Fundado por Ismael Cerezo en Jaén, Cleardent ha pasado de ser una clínica local a convertirse en un grupo con más de 50 clínicas distribuidas por todo el país. Y lo ha hecho sin perder su esencia: una atención centrada en el paciente y una gestión basada en procesos claros, tecnología y capital humano comprometido.
Un crecimiento basado en propósito
El punto de partida de Cleardent no fue una gran inversión o una operación de consolidación, sino una visión: ofrecer un servicio odontológico de calidad, cercano y humano. Desde su apertura, la clínica apostó por diferenciarse a través de la experiencia del paciente, y ese mismo enfoque ha guiado cada decisión a lo largo de su expansión.
A medida que el grupo crecía, ese propósito no solo se mantuvo, sino que se convirtió en el eje alrededor del cual se construyó toda la estrategia empresarial. El reto: que cada nueva clínica replicara esa cultura de atención sin que la escalabilidad comprometiera la calidad.
Estandarización y tecnología como palancas de escalabilidad
El crecimiento de una clínica no puede depender únicamente del talento individual de sus profesionales. Para escalar sin perder calidad, Cleardent apostó por la profesionalización de su modelo de gestión, incorporando procesos estandarizados y un uso intensivo de tecnología.
Algunos de los pilares clave que sustentan este modelo:
- Protocolos asistenciales y administrativos homogéneos: Desde la recepción del paciente hasta la explicación de presupuestos o el seguimiento post-tratamiento, todo está definido, medido y optimizado para ofrecer una experiencia uniforme en todas las clínicas.
- Estructura centralizada de soporte: Las funciones de marketing, compras, tecnología, finanzas y gestión operativa se concentran en una estructura central, lo que permite liberar a los equipos locales y garantizar eficiencia y coherencia de marca.
- Centro de formación propio: Para asegurar que todo el personal comparta los mismos estándares y valores, Cleardent ha desarrollado un espacio formativo que acelera la integración de nuevos profesionales y promueve la actualización continua.
- Laboratorio protésico propio: Esto no solo reduce tiempos y costes, sino que permite un mayor control sobre la calidad del producto final que recibe el paciente.
Todo este ecosistema se ha diseñado no solo para sostener el crecimiento, sino para hacerlo manteniendo altos estándares clínicos y humanos.
Medición constante: la clave para no desviarse
Una gestión profesionalizada requiere indicadores claros. En Cleardent, la toma de decisiones está basada en datos objetivos que permiten detectar a tiempo posibles desviaciones y tomar medidas correctivas.
Los tres KPIs clave en los que se basa su modelo son:
- Número de primeras visitas: Mide la eficacia del marketing y la capacidad de atraer nuevos pacientes.
- Presupuestos generados por paciente: Indica si el diagnóstico se está comunicando adecuadamente y si el paciente percibe el valor del tratamiento.
- Tratamientos aceptados y realizados: Refleja el cierre real del ciclo comercial y asistencial.
Este enfoque permite optimizar desde las campañas de captación hasta la manera en que se presentan las opciones de tratamiento o las condiciones de financiación.
A medida que el grupo crecía, ese propósito no solo se mantuvo, sino que se convirtió en el eje alrededor del cual se construyó toda la estrategia empresarial. El reto: que cada nueva clínica replicara esa cultura de atención sin que la escalabilidad comprometiera la calidad.
La figura del gerente no clínico: una decisión estratégica
Una de las decisiones más acertadas de Cleardent ha sido separar la gestión clínica de la gestión administrativa y comercial. Cada clínica cuenta con un gerente no médico cuya función es coordinar la operativa, liderar al equipo, gestionar recursos y asegurar la aplicación de los protocolos. Esto permite que el odontólogo pueda centrarse exclusivamente en lo asistencial, evitando la sobrecarga y mejorando la experiencia del paciente.
Además, este modelo favorece una cultura organizativa más eficiente, donde cada perfil profesional aporta su valor desde su especialidad, sin interferencias ni duplicidades.
De la clínica al ecosistema: el nacimiento de Cherry Health
Tras más de 20 años de experiencia, el equipo de Cleardent ha consolidado un modelo de éxito que ahora exportan a terceros a través de Cherry Health, una consultora especializada en ayudar a otras clínicas a profesionalizarse y crecer.
Cherry Health ofrece un servicio integral que abarca:
• Búsqueda de local y gestión de la obra.
• Diseño del modelo de negocio.
• Estrategia de captación de pacientes.
• Formación de equipos.
• Optimización de compras y acuerdos con proveedores.
Esta nueva línea de negocio representa la madurez del proyecto Cleardent: no solo crecer, sino ayudar a otros a hacerlo con una visión responsable y sostenible.
Lecciones clave para clínicas que quieren escalar
El caso de Cleardent demuestra que escalar no es sinónimo de perder el alma del negocio. Al contrario, cuando el crecimiento está guiado por una visión clara, procesos sólidos y un liderazgo coherente, la expansión refuerza los valores iniciales.
Estas son algunas de las claves que toda clínica debería tener en cuenta si quiere crecer:
• Define procesos claros desde el principio.
• Mide lo que importa y actúa rápido cuando algo no funciona.
• Invierte en tu equipo: selección, formación y motivación son imprescindibles.
• Apóyate en partners externos si no tienes los recursos internos.
¿Quieres profundizar en la historia de Cleardent y escuchar de primera mano los aprendizajes de su fundador? puedes hacerlo en el episodio inaugural del podcast “Impulsamos tu clínica” aquí.
